El estado de Oaxaca se ha con vertido a través de los años en un centro cultural de suma importancia a nivel mundial, este crecimiento a sido posible sobre todo, gracias a las iniciativas independientes implementadas por artistas destacados, promotores culturales, fundaciones y empresarios que han aportado al rescate y protección del patrimonio cultural, del arte y de las tradiciones de Oaxaca y su gente.
El Bacaanda proyecto de arte contemporaneo, es una propuesta artística que une los esfuerzos e ideas de creadores en diversas disciplinas para crear nuevas dinámicas de intercambio, formación, producción artística contemporánea y difusión cultural en el estado de Oaxaca, especialmente en el Istmo de Tehuantepec.
Es un proyecto cultural independiente, auto gestivo, iniciado en mes de mayo de 2006. teniendo como sede: El Centro de Educación Ambiental “Julio Bustillo Cacho” en el que funciona como un proyecto colectivo sin fines de lucro, vinculado al arte, la sociedad y la cultura.
Impulsado por los artistas visuales Juchitecos Demian Flores Cortes y Cristian Pineda Flores, este ultimo es su coordinador generar. siendo este proyecto una extensión de su quehacer artístico.
El proyecto Bacaanda, se estructura a partir del Programa de Residencias Artísticas, el Cine Club Comunitario, el sello de Ediciones Bacaanda , bajo el cual se edita Bacaanda la revista y los libros de la “Colección sueños” el Taller de producción de obra grafica contemporánea y proyectos especiales de exhibicion.
El proyecto Bacaanda esta abierto a la interacción y aportaciones de críticos de arte, promotores culturales, curadores, galeristas, fundaciones, editoriales, periodistas, artistas plásticos y visuales, video astas, grabadores, fotógrafos, caricaturistas, escultores, músicos, escritores y en general a todos aquellos involucrados en el mundo de la creación y promoción de proyectos culturales.
sábado, 25 de abril de 2009
lunes, 24 de septiembre de 2007
La propuesta indecorosa de Humberto Jardón
* Inaugura la exposición “Popnográficas” este 27 de septiembre en la librería Conejo Blanco, en la Condesa (Amsterdam 67, entre Sonora y Parras)
Alejandro Ortiz González
CIUDAD DE MÉXICO
Provocativa, apegada a una lógica de resistencia frente al cada vez más estrecho statu quo, la mirada y la propuesta de Humberto Jardón llegan, finalmente, luego de varios años de trabajo alrededor, desde, ante y frente a la visión de lo erótico-pronográfico, a una muestra individual, y tratándose de su trabajo, como corresponde, no podía presentarlo en cualquier galería. Es el Conejo Blanco, librería-galería-boutique cultural de las promotoras Adriana Casas y Marcela Flores, el sitio que alberga la expo “Popnográficas”, de Humberto Jardón, artista visual y co-fundador del Centro Multimedia del Centro Nacional de las Artes, en el cual dirige el Taller de Gráfica Digital.
La ironía es moneda que se confunde con el escepticismo, con la amargura y en no pocas ocasiones con la irritación. En el caso de Jardón y su Castillo de Naipes “popnográficos”, es más el ímpetu por reclamar un territorio para la libertad el que lo lleva a presentar esta expo, con todas las ganas de provocar a quien todavía hoy pueda tener algún reparo sobre el tema de lo erótico-pornográfico. No se puede confundir, sin embargo, el trabajo de Jardón, con un lance superficial sobre el terreno del uso del cuerpo y de la lujuria. El suyo es un trabajo concienzudo, articulado desde la visión de un consumidor de productos culturales tan diversos como la pintura clásica italiana, la escultura griega, el cine alemán o la música de Lou Reed, transitando por una pasión casi religiosa por el uso de los nuevos medios, la tecnología aplicada a las artes visuales, el video, la electrografía, la gráfica digital y la impresión en cuanto soporte se pueda uno imaginar.
Para la exposicion “Popnográficas”, a inaugurarse el proximo 27 de septiembre a las 20:00 horas en la librería Conejo Blanco, ha elaborado un Castillo de Naipes cuyo tema es la pornografia (revisitada a traves de la forma y el color), además de cuatro cortinas de baño, un gran mosaico blanco y negro, una pequeña lámpara con movimiento y una sección de artículos para su venta, tales como botones, las figuras de la baraja inglesa, portacondones y lo que él mismo denomina “imanes kaleidoscópicos”.
¿Productos culturales o fetiches?
Sin señalarlo abiertamente, Jardón provoca en la mente de quien se enfrenta a sus “Popnográficas” una ilusión de transferencia de valores. El Castillo de Naipes se convierte en un juego mental de asociaciones múltiples, un juego de espejos que deja de lado las imágenes contenidas en cada naipe, todas de corte obviamente sexual. Lo explícito no es lo más importante, sin duda, sino lo que se construye en cada mente al afrontar la propuesta. No hay respuestas, sino nuevas preguntas, nuevos horizontes para mirar de otro modo lo quue vemos todos los días en todas partes.
En sus propias palabras
“Constructo de la Era Victoriana –dice Jardón a propósito de su expo–, la pornografía se revela en la actualidad como una más de las características que definen lo humano y, como buen producto del inconsciente oculto… desde aquellas esculturas del arte grecolatino que solamente privilegiados pueden admirar en algún museo napolitano, pasando por manuscritos con imágenes marginales (literalmente) a su tema: o detalles de las portadas en otro templo románico (sin duda con intenciones didácticas)… hasta la transformación de los átomos en bits, demuestran la fascinación que la humanidad (mujeres y hombres) descubre en sus creaciones tecnológicas, permitiéndole (si se lo propone) retirar lo sucio del trazo y recobrar a través del color y la forma y el material, la poesía contenida en los actos mas íntimos y privados… reconfigurando la mirada y transformando lo mecánico en (nuevamente) orgánico, que en definitiva es la promesa de la tecnología de la información… tal y como desde hace tanto han pregonado los bardos de la barbarie: …I sing the Bodyelectric.”
¿Quién diablos es Jardón?
Esencialmente un artista visual y un maestro reconocido por su calidad en los procesos digitales de captura, edición, retoque y salida (impresión) en todo tipo de soportes. Nacido en la Ciudad de México en 1953, es licenciado en Artes Visuales por la ENAP/UNAM. Actualmente se desempeña como el responsable del Taller de Gráfica Digital del Centro Multimedia del Centro Nacional de las Artes. Su trabajo siempre ha estado ligado a las Tecnologias de Reproducion Automatizadas, primero a traves del CopyArt y el Video, para proseguir con las tecnologias de captura, edicion y salida digitales, con un especial énfasis en los formatos y soportes. Ha participado en numerosas exposiciones y congresos, encuentros y coloquios tanto nacionales como internacionales, así como impartido talleres sobre los sistemas de manejo del color. En los años recientes ha sido uno de los principales asesores (si no es que el único) en los Centros de las Artes estatales, en cuanto a la implementación de los proyectos de espacios para desarrollo de nuevos medios y tecnologías de la información.
Alejandro Ortiz González
CIUDAD DE MÉXICO
Provocativa, apegada a una lógica de resistencia frente al cada vez más estrecho statu quo, la mirada y la propuesta de Humberto Jardón llegan, finalmente, luego de varios años de trabajo alrededor, desde, ante y frente a la visión de lo erótico-pronográfico, a una muestra individual, y tratándose de su trabajo, como corresponde, no podía presentarlo en cualquier galería. Es el Conejo Blanco, librería-galería-boutique cultural de las promotoras Adriana Casas y Marcela Flores, el sitio que alberga la expo “Popnográficas”, de Humberto Jardón, artista visual y co-fundador del Centro Multimedia del Centro Nacional de las Artes, en el cual dirige el Taller de Gráfica Digital.
La ironía es moneda que se confunde con el escepticismo, con la amargura y en no pocas ocasiones con la irritación. En el caso de Jardón y su Castillo de Naipes “popnográficos”, es más el ímpetu por reclamar un territorio para la libertad el que lo lleva a presentar esta expo, con todas las ganas de provocar a quien todavía hoy pueda tener algún reparo sobre el tema de lo erótico-pornográfico. No se puede confundir, sin embargo, el trabajo de Jardón, con un lance superficial sobre el terreno del uso del cuerpo y de la lujuria. El suyo es un trabajo concienzudo, articulado desde la visión de un consumidor de productos culturales tan diversos como la pintura clásica italiana, la escultura griega, el cine alemán o la música de Lou Reed, transitando por una pasión casi religiosa por el uso de los nuevos medios, la tecnología aplicada a las artes visuales, el video, la electrografía, la gráfica digital y la impresión en cuanto soporte se pueda uno imaginar.
Para la exposicion “Popnográficas”, a inaugurarse el proximo 27 de septiembre a las 20:00 horas en la librería Conejo Blanco, ha elaborado un Castillo de Naipes cuyo tema es la pornografia (revisitada a traves de la forma y el color), además de cuatro cortinas de baño, un gran mosaico blanco y negro, una pequeña lámpara con movimiento y una sección de artículos para su venta, tales como botones, las figuras de la baraja inglesa, portacondones y lo que él mismo denomina “imanes kaleidoscópicos”.
¿Productos culturales o fetiches?
Sin señalarlo abiertamente, Jardón provoca en la mente de quien se enfrenta a sus “Popnográficas” una ilusión de transferencia de valores. El Castillo de Naipes se convierte en un juego mental de asociaciones múltiples, un juego de espejos que deja de lado las imágenes contenidas en cada naipe, todas de corte obviamente sexual. Lo explícito no es lo más importante, sin duda, sino lo que se construye en cada mente al afrontar la propuesta. No hay respuestas, sino nuevas preguntas, nuevos horizontes para mirar de otro modo lo quue vemos todos los días en todas partes.
En sus propias palabras
“Constructo de la Era Victoriana –dice Jardón a propósito de su expo–, la pornografía se revela en la actualidad como una más de las características que definen lo humano y, como buen producto del inconsciente oculto… desde aquellas esculturas del arte grecolatino que solamente privilegiados pueden admirar en algún museo napolitano, pasando por manuscritos con imágenes marginales (literalmente) a su tema: o detalles de las portadas en otro templo románico (sin duda con intenciones didácticas)… hasta la transformación de los átomos en bits, demuestran la fascinación que la humanidad (mujeres y hombres) descubre en sus creaciones tecnológicas, permitiéndole (si se lo propone) retirar lo sucio del trazo y recobrar a través del color y la forma y el material, la poesía contenida en los actos mas íntimos y privados… reconfigurando la mirada y transformando lo mecánico en (nuevamente) orgánico, que en definitiva es la promesa de la tecnología de la información… tal y como desde hace tanto han pregonado los bardos de la barbarie: …I sing the Bodyelectric.”
¿Quién diablos es Jardón?
Esencialmente un artista visual y un maestro reconocido por su calidad en los procesos digitales de captura, edición, retoque y salida (impresión) en todo tipo de soportes. Nacido en la Ciudad de México en 1953, es licenciado en Artes Visuales por la ENAP/UNAM. Actualmente se desempeña como el responsable del Taller de Gráfica Digital del Centro Multimedia del Centro Nacional de las Artes. Su trabajo siempre ha estado ligado a las Tecnologias de Reproducion Automatizadas, primero a traves del CopyArt y el Video, para proseguir con las tecnologias de captura, edicion y salida digitales, con un especial énfasis en los formatos y soportes. Ha participado en numerosas exposiciones y congresos, encuentros y coloquios tanto nacionales como internacionales, así como impartido talleres sobre los sistemas de manejo del color. En los años recientes ha sido uno de los principales asesores (si no es que el único) en los Centros de las Artes estatales, en cuanto a la implementación de los proyectos de espacios para desarrollo de nuevos medios y tecnologías de la información.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
